Siempre hay otra oportunidad, al menos mientras puedas vivir otro día, u otro minuto. En realidad no necesitas nada más, nadie. Sólo una nueva oportunidad para hacerlo al fin, atreverte, decidirte, mover ficha. ¿Y por qué no hacerlo? Al fin…
Cuando pienso en algo de mi presente que no me gusta, a veces mi mente me arrastra hacia visiones imaginarias de lo que podría ser, dónde podría estar, quien podría ser y con quién y de alguna manera asumo esas conclusiones de que no tengo, no soy, no estoy.