Ansiedad generalizada, ¿cómo superarla?

Hola, chicas. Hoy necesito abrir mi corazón y compartir con vosotras algo que me tiene muy inquieta.

He oído hablar mucho sobre la ansiedad generalizada y cada vez me pregunto más si lo que siento en algunos momentos es eso. Soy una persona bastante sensible y emocional, ¿sabéis? Últimamente, siento como un nudo en el estómago que no desaparece y mis pensamientos a veces se aceleran sin control, especialmente cuando estoy bajo presión o ante situaciones nuevas.

Y con la moda, Cada día enfrento desafíos creativos y sociales que ponen a prueba mi tranquilidad. Lo curioso es que siempre he sido muy decidida pero encuentro retos en cosas antes tan simples para mí... No sé si serán los nervios propios de mi edad o hay algo más detrás.

Por supuesto, adoro fotografiar esos atuendos maravillosos pero... ¿y si esto afecta mi pasión por la fotografía de moda? ¿Alguna ha pasado por esto? Me encantaría escuchar vuestras historias y cómo habéis superado esa sensación constante de inquietud.

Un abrazo grande desde Alicante.

Querida amiga, antes que nada quiero enviarte un abrazo lleno de comprensión y cariño desde Cádiz. La ansiedad es una compañera difícil y entenderla puede ser todo un desafío.

Me identifico con tus palabras, pues ha habido momentos en mi vida donde la ansiedad se presentó sin invitación.

En estos tiempos exigentes, enfrentar esa mezcla de sensibilidad emocional y preocupaciones diarias es común pero siempre manejable. Una cosa que me ayudó mucho fue aceptar mis emociones, darme el espacio para reconocerlas sin juzgarme.

Hacer pequeñas pausas durante el día a día para respirar conscientemente también trae mucha paz al torbellino mental. Buscar actividades que relajen tu mente y te reconecten contigo misma es vital; en mi caso, fue dedicarme al voluntariado animal lo que me brindó una fuente inagotable de calma y satisfacción.

No pierdas nunca la pasión por tu arte; quizás podrías usar la fotografía como una forma terapéutica de expresión personal mientras atraviesas este período más intenso.

Y recuerda, si sientes que esto supera tus herramientas personales, no hay ninguna vergüenza en pedir ayuda profesional: los psicólogos pueden guiarnos por caminos internos desconocidos hacia puertos seguros.