Cómo pasar hambre rápidamente
La falta de apetito es un problema nutricional frecuente en los pacientes con cáncer de páncreas. A veces, la cirugía, los medicamentos recetados o el propio cáncer pueden cambiar el sabor de los alimentos o hacer que disminuya el apetito del paciente.
Si la inapetencia y la pérdida de peso persisten, el médico puede recetar medicamentos para aumentar el apetito. A continuación se enumeran algunos de estos medicamentos. Pueden transcurrir varias semanas de uso antes de que se produzca el aumento del apetito, así que tome estos medicamentos según lo prescrito durante al menos un mes para determinar su eficacia. Muchos de estos medicamentos tienen efectos secundarios que deben comentarse con el médico.
Sin apetito
La falta de apetito y la consiguiente pérdida de peso son síntomas frecuentes en muchas enfermedades potencialmente mortales, y algunos pacientes los describen como tan angustiosos o más que el dolor. Los pacientes enfermos saben que necesitan comer, pero a veces no se atreven a hacerlo. ¿Por qué ocurre esto?
La anorexia se define como la “falta o pérdida de apetito, que provoca la incapacidad de comer”. Esta anorexia es diferente de la enfermedad mental anorexia nerviosa. Puede ocurrir con casi todas las formas de enfermedades que limitan la vida, pero es más frecuente en los cánceres avanzados. Si se detecta a tiempo, la anorexia puede tratarse e invertir la pérdida de peso con suplementos nutricionales o aumentando el consumo de alimentos.
La caquexia se define como un estado de “mala salud general y desnutrición, caracterizado por debilidad y emaciación”. También es frecuente en los cánceres avanzados y el sida, así como en otras enfermedades avanzadas que limitan la vida, como la insuficiencia cardiaca congestiva. La caquexia se produce en más del 80% de los pacientes con cáncer antes de la muerte y es la principal causa de muerte en aproximadamente el 20% de estos pacientes.
Alimentos que aumentan el apetito
Ryan Holiday y Stephen Hanselman son expertos en encontrar inspiración en el estoicismo antiguo. Su próximo libro The Lives of the Stoics (Las vidas de los estoicos) ofrece un nuevo enfoque para entender el estoicismo a través de las vidas de las personas que lo practicaron. Para abrir el apetito de cara a su publicación en septiembre, los autores examinan cómo podemos desestresarnos teniendo en cuenta el enfoque de Marco Aurelio sobre la ansiedad.
Decir que Marco Aurelio tuvo una vida estresante sería quedarse muy corto. Dirigía el mayor imperio del mundo. Tenía un hijo problemático. Tenía un problema estomacal persistente y doloroso. Hubo un golpe de estado dirigido por uno de sus amigos más cercanos. Rumores de que su esposa le era infiel. Los partos invadieron el estado cliente romano de Armenia, desencadenando una guerra que duraría cinco años. La peste antonina asoló Roma en el 165 d.C. y mató, según cálculos conservadores, a más de 10 millones de personas. El río Tíber sufrió una de las peores inundaciones de la historia, destruyendo hogares y ganado y dejando a Roma sumida en la hambruna.
¿Debería sorprendernos que en las Meditaciones hable abiertamente de su ansiedad? ¿De perder los estribos? ¿Que a veces se sintiera abatido y agotado por la vida? Por supuesto que sí. Tenía todos nuestros problemas y más. Estaba asediado por el estrés. Y sin embargo, es exactamente por eso que nos inspira. Porque venció ese estrés, igual que podemos hacerlo nosotros.
Hambriento pero sin apetito
Dado que la nicotina del tabaco es altamente adictiva, las personas que dejan de fumar pueden experimentar síntomas de abstinencia a la nicotina, especialmente si han fumado o consumido otros productos del tabaco de forma intensiva durante muchos años. Aunque muchos de los ejemplos de esta hoja informativa se refieren al tabaquismo, los consejos son pertinentes para quienes están dejando de consumir cualquier producto del tabaco.
La buena noticia es que hay muchas cosas que se pueden hacer para reducir las ansias de nicotina y controlar los síntomas habituales de abstinencia. Además, puede ser útil saber que los síntomas de abstinencia de la nicotina disminuyen con el tiempo. Suelen ser peores durante la primera semana después de dejar de fumar y alcanzan su punto álgido durante los 3 primeros días. A partir de ese momento, la intensidad de los síntomas suele disminuir durante el primer mes. Sin embargo, cada persona es diferente, y algunas tienen síntomas de abstinencia durante varios meses después de dejar de fumar (3, 4).
Las personas que consumen productos del tabaco se acostumbran a tener un cierto nivel de nicotina en el cuerpo. Después de dejar de fumar, aparece el deseo de fumar cuando el cuerpo necesita nicotina. Esto puede ocurrir mucho después de que su cuerpo ya no sea adicto a la nicotina. Además de este deseo físico, puede experimentar un deseo psicológico de consumir un producto del tabaco cuando vea a gente fumando o esté cerca de otros desencadenantes. Su estado de ánimo puede cambiar cuando tiene antojos, y su ritmo cardiaco y presión sanguínea pueden aumentar.