Eructos continuos y ansiedad, ¿qué me pasa?

Chicas, ¿alguna vez os habéis sentido como un globo a punto de explotar por los eructos que os dan? Tengo una situación un poquito extraña y necesito desahogarme y, a ver, si alguna tiene el santo remedio o ha pasado lo mismo.

🙃 Resulta que hace unos meses empecé con una ansiedad brutal; muchas preocupaciones en la cabeza y tal.

Bueno, todos hemos tenido esos rollos pero este me trajo un souvenir: los eructos infinitos. Es como mi nuevo hobby sin haberlo elegido, Sobre todo después de comer cualquier cosilla; ni os cuento cuando quedaba con mi ex... Ahí era nivel competición internacional en un picnic muy fancy en medio del campo (improvisando nivel chef 👩‍🍳), intentando disimular y lanzando eructillos por aquí y por allá al más puro estilo 'contención artística'.

Una performance sin público aplaudiendo 🤷‍♀️. Estoy pensando ya hasta incluirlo en mi portafolio artístico o abrirme un canal de estos molones para compartir esta glamurosa peculiaridad.

La cosa es que estoy bastante cortada con esto que quiero volver a conocer gente nueva tras lo del ex... No quiero ser esa chica guay 💁‍♀️ pero se tira 'eruptitos' cada cinco minutos en su primera cita chachi gastronómica fotográficamente perfecta.

Si alguna pasa o pasó algo similar y sabéis cómo manejarlo, estaría genial saberlo porque Google no me está ayudando mucho....

Vaya situación la que compartes, pero tranquila, no estás sola en esto. Los eructos continuos pueden ser realmente incómodos y si encima se mezclan con ansiedad, el cóctel puede ser bastante explosivo.

En mi experiencia personal, cuando los nervios me atacan justo antes de una actuación o al enfrentarme a nuevas partituras para componer, mi cuerpo reacciona de formas curiosas y sí, los gases son uno de esos efectos secundarios inesperados.

Lo primero que hice fue observar qué alimentos empeoraban la situación: bebidas gaseosas, ciertos lácteos o incluso comidas muy condimentadas pueden ser tus enemigos silenciosos. Pero lo más importante es abordar esa ansiedad subyacente.

Un cambio en la dieta ayuda pero encontrar técnicas de relajación como la respiración diafragmática o meditación podría aliviar ambos síntomas simultáneamente.

Recuerda que nuestro cuerpo a veces habla por nosotros y nos dice cuándo algo no va del todo bien emocionalmente.

Encontrar un equilibrio es clave.

Quizás podrías intentar unas sesiones con un buen terapeuta o especialista en digestión para que te oriente mejor. Estoy segura de que pronto controlarás esos 'eruptitos' indeseados y volverás a disfrutar plenamente de las citas sin preocupaciones.