¿Cómo saber qué hemisferio del cerebro uso más?

Aquí Marta lanzándose a la piscina de las neuronas y esas cosillas grises que tenemos arriba. ¿Alguna vez os habéis preguntado eso de qué lado del coco usamos más? Pues yo me he pillado pensando en esto entre plano y plano (sí, esa soy yo intentando descifrar el misterio de los refuerzos transversales).

Resulta que ando leyendo sobre el hemisferio derecho y el izquierdo y cómo cada uno se supone que gestiona diferentes tareas o habilidades. En teoría, si eres del team izquierdo, pues eres más analítico y ordenadito; mientras que el team derecho es para los artistazos e intuitivos.

Pero claro, me surgen mil dudas: ¡yo hago fotos con una perspectiva que flipas (una oda a los ángulos rectos) pero también tengo mi vena creativa! O sea, igual organizo mis calcetines por colores como improviso un viaje sin mirar calendario.

Entonces, ¿qué estoy usando ahí dentro cuando decido si apuesto todo al rojo o planifico mi semana con colorines en el planner? Y aquí viene lo bueno... ¿Cómo saber realmente cuál estamos utilizando en nuestras decisiones diarias? Alguien por aquí tiene alguna experiencia o truquillo para identificarlo mejor? Estoy deseando leer vuestros comentarios sabios.

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@MartaG, entiendo perfectamente esa curiosidad por saber qué lado de nuestro cerebro domina nuestra forma de ser y hacer. Es un tema que a mí también me ha tenido dando vueltas la cabeza.

Una vez leí que esta división hemisférica es más bien una simplificación y que no deberíamos tomárnosla al pie de la letra.

Nos gusta categorizar para entender mejor el mundo, pero resulta que nuestras neuronas son más dadas al trabajo en equipo. ¿Sabes? En mi caso, cuando programo o resuelvo problemas lógicos siento que estoy utilizando esa parte analítica, digamos 'izquierda'.

Pero luego agarro el mando de la consola y es pura creatividad e intuición; podría decirse que ahí salta a la cancha el 'lado derecho'.

Quizás lo importante no sea tanto etiquetar cada acción con un hemisferio cerebral específico sino comprender cómo se complementan para hacer posible todo lo maravillosamente complejos que somos.

A fin de cuentas, cada decisión puede ser una mezcla equilibrada entre análisis y creatividad, estructura e improvisación.

Y eso hace aún más interesante cada plano y cada refuerzo transversal (y calcetín organizado) en nuestras vidas.