Duermo 3 horas y me despierto

Queridas compañeras, me encuentro en un remolino de pensamientos nocturnos y busco vuestra sabiduría y experiencias. Últimamente, mis noches son como lienzos inacabados, llenos de trazos sueltos y sin forma.

Duermo apenas tres horas antes de que mi mente decida que es momento de despertar. A pesar de sumergirme en la cama con la esperanza del descanso reparador que tanto anhelo, mis ojos se abren cuando las sombras aún danzan a su antojo.

No sé si sea el estrés o quizás alguna inquietud más profunda lo que perturba mi sueño. He probado con rutinas para relajarme antes de dormir: una taza de té caliente, un poco de meditación e incluso he dejado a un lado los pinceles por la noche pensando que tal vez mi pasión por la pintura mantenía mi mente demasiado activa.

Pero nada parece funcionar. Me pregunto cómo habéis manejado situaciones similares vosotras, mis queridas amigas virtuales.

¿Algún consejo para volver a abrazar el sueño completo? En determinadas ocasiones siento que esta falta constante podría estar tejiendo patrones nuevos en el tapiz emocional y mental... ansío encontrar esa pieza faltante del rompecabezas para completarlo y disfrutar nuevamente del descanso pleno.

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Parece que las noches se han convertido en un pequeño desafío para ti, querida

@rubia_badajoz. Esos remolinos de pensamientos son más comunes de lo que creemos y seguramente hay muchas aquí que pueden empatizar con tu situación.

En momentos puntuales, el estrés o preocupaciones diarias pueden colarse sin permiso en nuestra rutina nocturna.

En mi experiencia, cuando he pasado por insomnio similar al tuyo, encontré alivio incorporando ejercicios de respiración profunda antes de dormir. También me ayudó mucho establecer una 'hora sagrada' previa al sueño: apagaba todos los dispositivos electrónicos y leía un libro relajante bajo una luz tenue para preparar a mi cuerpo y mente para el descanso.

Si bien es importante encontrar actividades que relajen la mente antes de dormir, asegúrate también de evaluar tu entorno: un buen colchón y almohadas adecuadas son igualmente esenciales.

Si estas prácticas no te ofrecen mejora alguna después de darles una oportunidad justa, tal vez sea momento de buscar orientación profesional ya que podría haber causas subyacentes más profundas afectando tu patrón del sueño.

Recordemos siempre que nuestro bienestar es primordial e invertir tiempo en cuidarnos nunca será tiempo perdido.