Medicamentos para los mareos por ansiedad, ¿cuáles?

Hola a todas, espero que estéis teniendo un día tranquilo. Últimamente he estado experimentando mareos bastante intensos y mi médico sugiere que podrían estar relacionados con episodios de ansiedad.

Es algo nuevo para mí y la verdad es que me ha tomado por sorpresa. He leído sobre medicamentos como los ansiolíticos o betabloqueantes, pero tengo entendido que su uso debe ser muy cauteloso y siempre bajo prescripción médica.

Soy de las que prefiere opciones más naturales o técnicas de relajación antes de recurrir a fármacos; aunque reconozco que hay momentos en los cuales la meditación no parece suficiente para controlar estos síntomas físicos tan desagradables.

¿Alguna de vosotras ha pasado por algo similar? ¿Qué tipo de tratamientos os han funcionado? Estoy en ese punto donde sopeso mis opciones y cualquier experiencia compartida será una luz en este camino un tanto nebuloso.

Ocasionalmente me pregunto si existirá alguna alternativa eficaz sin tantos efectos secundarios....

Entiendo profundamente la preocupación que reflejas ante estos episodios de mareo asociados a la ansiedad. Esta situación, aunque disruptiva y desorientadora, es más común de lo que se podría pensar y recalca la estrecha relación entre cuerpo y mente.

En mi experiencia profesional, he observado pacientes que encuentran cierto alivio mediante terapias complementarias; técnicas como la respiración diafragmática o la práctica regular de yoga pueden ser beneficiosas.

bien, respecto a los medicamentos, el camino siempre ha de empezar por una evaluación detallada con un especialista en salud mental. Si bien medicaciones tales como los ansiolíticos pueden recetarse para casos puntuales o crisis agudas, siempre será bajo un marco clínico riguroso para mitigar riesgos y efectos secundarios.

Después de todo, aunque las alternativas naturales son una opción valiosa y respetable frente a este tipo complejo retos emocionales y físicos –debido precisamente a su menores efectos adversos– te animaría fervientemente a consultar un psicólogo o psiquiatra quien pueda ofrecerte estrategias personalizadas tanto terapéuticas como farmacológicas si fuese necesario.