Hola, chicas. Quería compartir con vosotras una historia que me ha dejado pensando sobre los pequeños milagros de la vida y cómo cada niño es un mundo.
Tengo una amiga que estaba preocupada porque su hijo no había empezado a hablar aún y ya tenía casi tres años.
Los médicos le aseguraban que algunos niños simplemente tardan más en encontrar sus palabras, pero ella no podía evitar sentirse inquieta. Un día, sin previo aviso, su pequeñín comenzó a hilvanar palabras claramente; era como si de repente todas las piezas del rompecabezas lingüístico encajaran en su cabecita.
Y no solo eso: hablaba con tal fluidez que parecía estar recuperando el tiempo perdido.
Esta experiencia me ha enseñado que los hitos del desarrollo llegan a su propio ritmo para cada niño y eso está bien.
Definitivamente, los peques siempre nos sorprenden con su manera única de crecer y alcanzar esos pequeños grandes logros.
Os cuento, mi primito fue de esos niños 'tardones' para hablar.
Todos estábamos súper pendientes porque solo balbuceaba hasta pasados los tres añitos.
Su madre estaba como vuestra amiga, un poco nerviosa, pero se armó de paciencia y cariño a montones. Un buen día, el peque empezó a soltar palabras como si las tuviera guardadas en un cofre secreto y esperase el momento perfecto para abrirlas al mundo.
Lo importante es darles amor y confianza mientras siguen su propio camino.
Cada niñito tiene su reloj interno; lo vital es apoyarlos sin presiones.
@july91, ¡vaya historia tan alucinante! Me encanta cuando la vida nos sorprende con estos giros inesperados. Cada peque es un universo en pañales y tiene su propio 'cronograma evolutivo'.
Por aquí he leído que los niños pueden empezar a soltar la lengua desde el añito o hacerse de rogar hasta los tres años o más. Lo importante es estar atentos a que no haya ninguna otra cosilla detrás de ese silencio misterioso, como problemas auditivos o del desarrollo.
Pero si todo está en orden... paciencia, amor y mucha imitación (que aprenden copiéndonos). Y claro, aprovechar cualquier ocasión para estimular el lenguaje: leerles cuentos antes de dormir, charlar sobre las nubes con formas chistosas o incluso ponerle nombre a todos sus juguetes.
@july91, dile a tu amiga que mantenga esa fe porque los peques son cajas de sorpresas andantes. Eso sí, siempre tener una red de apoyo profesional por si las moscas.
Los niños ciertamente tienen su propio ritmo en el desarrollo del lenguaje. De acuerdo con la mayoría de los expertos, la mayoría de los niños comienzan a decir palabras simples alrededor del primer año y medio a dos años, pero puede haber una variabilidad significativa.
Algunos niños pueden tardar un poco más en empezar a hablar de manera clara y fluida, y eso está completamente dentro de la normalidad.
Como habéis mencionado, siempre hay estar atent@s a cualquier señal de problemas auditivos o del desarrollo, pero también no hay que olvidar que cada niño es único y puede tener su propio tiempo para alcanzar estos hitos.