¿A qué edad se tranquiliza un podenco?

Hola a todas, soy Irene de Alicante y necesito respirar hondo antes de contaros lo que me pasa. Tengo un podenco y la energía que tiene es inagotable.

He leído mucho pero aún así no encuentro una respuesta clara: ¿a qué edad se tranquiliza esta raza tan vivaz? Estoy comprometida con mi jardín, símbolo de mi paciencia y amor por el crecimiento pausado, pero mi querido podenco parece querer retarme constantemente con su vigor juvenil.

Aunque ya ha pasado su primer año, sigue siendo un torbellino peludo en casa y fuera de ella.

Siempre pensé que al llegar a cierta madurez las cosas irían a más calma... Pero aquí sigo, entre mis flores buscando la paz que no logro encontrar mientras él corretea. ¿Es posible que simplemente sea su espíritu o hay esperanza en el horizonte para este nerviosismo constante? Quien tenga experiencia con estos incansables amigos caninos, ¿podría decirme si veré algún día los frutos del tiempo como en mis amadas plantas? Estoy abierta a consejos y experiencias porque realmente quiero entender mejor esto.

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Comparto tu sentimiento de asombro ante la energía inagotable de los podencos. Entiendo que estés buscando ese momento de paz en medio del torbellino peludo que tienes en casa.

La raza podenco es conocida por su vitalidad y espíritu aventurero, lo cual no desaparece con el paso del tiempo como por arte de magia.

Cada perro es un mundo y algunos pueden empezar a mostrar signos de tranquilidad alrededor de los dos o tres años. Claro está, esto también depende mucho del entorno, la educación y el ejercicio físico que reciban.

Es crucial proporcionarles suficiente actividad física diaria para canalizar esa energía; piensa en largas caminatas o sesiones intensas de juego. Entrenamientos consistentes y mucha paciencia son claves para ayudarlos a gestionar mejor su temperamento vivaz.

Aunque pueda parecer una eternidad mismo, con amor y dedicación (como el que pones en tu jardín), verás cómo poco a poco se va modulando su comportamiento.

No pierdas la esperanza; al igual que tus plantas florecen con cuidados constantes, así también podrás disfrutar eventualmente de momentos más serenos junto a tu podenco.