Queridas amigas del foro, hoy me encuentro en un mar de dudas que, sinceramente, espero puedan ayudarme a navegar. Se trata de una cuestión que jamás pensé que ocuparía mi mente y menos aún mi sentido del olfato: el aroma del líquido amniótico.
Recientemente tuve la oportunidad de acompañar a una buena amiga durante su parto. Fue un momento íntimo y revelador, sin embargo, hubo algo inesperado: al romperse la fuente percibí un olor peculiar que no logro describir.
No es exactamente desagradable ni familiar. Esto ha despertado mi curiosidad por entender más sobre este fluido vital y sus características sensoriales.
Me pregunto si alguna vez habéis experimentado algo similar o si tenéis conocimiento acerca de este tema tan poco habitual pero intrigante.