Queridas amigas del foro, siempre he pensado que nuestra sexualidad es un territorio extenso y a veces misterioso. Por ello hoy me atrevo a abordar un tema bastante íntimo y que puede ser tan diverso como lo somos cada una de nosotros: el sabor del semen.
En mis propias experiencias, me he encontrado con que no hay una respuesta única para esta pregunta. Si bien algunos encuentros han resultado en sensaciones neutras o ligeramente saladas, otros definitivamente han girado hacia sabores más fuertes y menos placenteros.
Entiendo que factores como la dieta pueden influir considerablemente en este aspecto. Me pica la curiosidad por saber si vuestras vivencias han sido similares o si habéis descubierto trucos o formas particulares de manejar las situaciones donde el sabor os resulte desagradable.
Agradezco de antemano vuestro valor al compartir experiencias tan personales; estoy segura de que podemos aprender mucho unas de otras sobre este aspecto tan natural pero pocas veces conversado.