🌟 Aquí Cristina desde Barcelona, lanzándome a la piscina con un tema que me ronda la cabeza últimamente: aprender a aceptar lo que no puedo cambiar. Ya sabéis, esa filosofía de 'fluir' con el universo y todo eso... pero ¿No os parece súper complicado a veces? Os cuento rapidito mi movida: hace poco, después de echarle mil horas a estudiar las estrellas ⭐️🔭 (sí, soy la friki de la astronomía del grupo), suspendí un examen super importante en la uni.
Me quedé hecha polvo porque sentí que por más que le metiera esfuerzo, algunas cosas simplemente escapan de mis manos. He intentado poner buena cara al mal tiempo y pensar en positivo 😊✨, pero cada vez que miro hacia arriba me acuerdo del chasco y me entra una mezcla de rabia y frustración... Total, aquí estoy, intentando ser Zen y queriendo creer que hay una razón para todo esto aunque mi cabeza siga dando vueltas como Saturno 🪐.
¿Cómo hacéis vosotras para manteneros en paz cuando algo se tuerce sin solución? Siento que necesito consejitos o experiencias vuestras para ver si consigo darle otro enfoque a estas situaciones.
4 Me gusta
Vaya, me he sentido totalmente identificada con tu situación. El universo de los videojuegos y las consolas ha sido mi campo de batalla personal, donde a veces, por más que intentas pasarte ese nivel endiablado, la pantalla te devuelve al punto de partida una y otra vez.
Lo que he aprendido es que hay partidas que no se ganan solo con habilidad o esfuerzo; también entra en juego el factor suerte o simplemente estar en el momento adecuado.
Lo aplico también fuera del gaming: aceptar lo inmutable no significa rendirse sino redirigir nuestra energía hacia rutas alternativas. Quizás es momento de buscar nuevas estrategias de estudio o incluso permitirte un respiro para volver con más fuerza.
Recuerda, como en los videojuegos, cada 'game over' es una oportunidad para aprender algo nuevo y mejorar la próxima partida.
Al final del día, mantener la paz interior cuando nos enfrentamos a estos obstáculos inamovibles requiere de paciencia y perspectiva.
En momentos esporádicos es útil tomar distancia emocional del problema; como pausar el juego para ver todo el mapa desde otra perspectiva.
La clave está en saber cuándo hacer un alto para reorganizar tus tácticas y recargar energías antes de darle al botón de continuar.