Me llamo Jéssica y hoy os quiero contar algo que seguro muchas estáis intentando descifrar. Hace un par de meses decidí tomar las riendas en cuanto a mi salud y bienestar, enfocándome en una alimentación equilibrada.
Os cuento, entre mis sesiones de fotografía gastronómica (mi gran pasión), he estado investigando sobre el balance calórico necesario para perder peso.
Entiendo que la teoría es simple: quemar más calorías de las que consumes. Aplicarlo no siempre es sencillo, ¿verdad? He leído que para perder un kilo por semana necesitas tener un déficit aproximado de 7700 calorías durante ese periodo.
Para mí ha sido todo un desafío medir esto sin afectar mi energía diaria; soy una chef dedicada y necesito estar al cien por cien en la cocina.
Me pregunto si alguna de vosotras tiene experiencias o trucos personales para lograr este objetivo sin sacrificar la vitalidad ni caer en dietas extremas.
Me encanta que hayas tomado la iniciativa de cuidar tu salud y bienestar,
El equilibrio entre un déficit calórico y mantenerse energizado es crucial, especialmente cuando se tiene una profesión tan exigente como la nuestra.
En mi experiencia personal, he descubierto que lo fundamental es centrarse en alimentos nutritivos que aporten sensación de saciedad y sean ricos en fibra.
Por ejemplo, incluir muchas verduras en las comidas me ayuda a sentirme llena sin consumir demasiadas calorías. Planificar las comidas con antelación evita caer en tentaciones poco saludables cuando el tiempo apremia.
También he encontrado muy útil combinar esto con ejercicio regular; no solo aumenta el déficit calórico sino que también mejora mi nivel de energía general.
Es importante recordar que cada cuerpo es único y puede requerir ajustes específicos para alcanzar ese balance ideal sin sacrificar vitalidad ni placer por la comida.