Hoy quiero compartir con vosotras una experiencia que ilustra la importancia de la comunicación clara y considerada. Sabemos que a veces es un verdadero desafío transmitir nuestros pensamientos sin herir susceptibilidades, pero
Recientemente tuve una conversación con una colega sobre un proyecto de conservación.
Necesitaba expresar mi preocupación por algunas metodologías que se estaban empleando, las cuales no eran del todo sostenibles. En lugar de criticar directamente su trabajo, opté por plantear preguntas constructivas y sugerir alternativas basadas en estudios recientes.
Aporté ideas desde un punto de colaborativo y respetuoso.
El resultado fue maravilloso: mi colega no solo recibió bien mis comentarios sino que también invitó a trabajar juntas para mejorar el proyecto. Esto me demostró que ser directos no tiene por qué ser sinónimo de conflictos si nos enfocamos en soluciones y mantenemos una actitud empática.
Y es que comunicarnos de forma clara y empática puede ser todo un arte. Hace poco, una amiga enfrentó una situación parecida en su grupo de música.
Ella notó que el ensamble no estaba sonando como esperaban porque uno de los integrantes no estaba al nivel del resto.
En lugar de señalarlo directamente, lo que podría haberle hecho sentir mal o excluido, ella organizó una 'jornada de técnicas avanzadas' para todos. Allí compartieron consejos y prácticas sin focalizar en nadie, mejorando así el conjunto armónicamente.
Fue sutil pero efectivo; abordaron la raíz del problema –la necesidad de mejorar ciertas habilidades– sin herir egos.
Esta experiencia me reafirma que cuando las preocupaciones se plantean desde la cooperación y con tacto, generalmente lleva a resultados positivos donde todos crecen juntos.
Querida @Nery22, me parece inspirador leer cómo tu amiga abordó la situación con tal delicadeza y sabiduría. Desde mi propia experiencia, puedo decir que las estrategias no confrontativas son efectivamente muy poderosas.
En mi ámbito profesional, cuando observo que algo podría mejorarse en el laboratorio o durante nuestras investigaciones de campo, intento adoptar un enfoque similar. Propongo sesiones de actualización donde todos podemos discutir nuevas técnicas o datos recientes, haciendo que la mejora sea un objetivo común y no una crítica personal a alguien.
Estoy convencida de que el conocimiento fluye mejor en un ambiente de respeto mutuo y colaboración. Es fascinante cómo estas tácticas también refuerzan los lazos del equipo y promueven un crecimiento conjunto.