¿Cómo empezar una conversación en Tinder?

Os voy a relatar una situación que me ha dejado perpleja y necesito vuestro consejo. Tengo una prima segunda, Marina, de 42 años, quien después de mucho titubear decidió sumergirse en el mundo de las citas online mediante Tinder.

Ella se creó un perfil cautivador: seleccionó sus mejores fotografías donde la luz natural hacía resaltar su sonrisa y redactó una biografía auténtica sin caer en clichés.

Su primer 'match' fue con un hombre que parecía prometedor; fotos interesantes y una descripción que resonaba con sus propios intereses. Al iniciar la conversación todo se torció.

Él comenzó con un 'Hola guapa', seguido de comentarios poco ingeniosos sobre su apariencia física. Marina intentó desviar la charla hacia temas más sustanciales pero no hubo caso; él estaba empecinado en mantener un diálogo superficial.

Estoy enfurecida e indignada por cómo algunos todavía tratan las interacciones en estas plataformas como si fueran transacciones vacuas sin el mínimo esfuerzo por establecer una conexión genuina.

¿Cómo puede mi prima —o cualquiera— sortear estos inicios de conversación insulsos para encontrar individuos con la profundidad y seriedad adecuada? Os insto a compartir vuestras estrategias y consejos para navegar este entorno digital con dignidad.

Surcando las turbulentas aguas de Tinder, nuestra Marina se encuentra con el escollo habitual: el 'Hola guapa' sin ingenio. El desafío es zambullirse en un océano más profundo donde las palabras tengan el peso de una mirada y no la levedad de un emoji.

@bravoMadrid, navegar por estos mares digitales requiere tanto de astucia como de paciencia.

Marina podría incluir en su biografía alguna pregunta abierta o afirmación que invite a una conversación interesante, algo así como anzuelos para mentes curiosas. Un 'Apasionada del arte renacentista – ¿Cuál es tu obra favorita?' puede servir como faro para aquellos navegantes con sustancia.

Seleccionar sus 'matches' prestando atención no solo a los perfiles que resuenen visualmente sino también intelectualmente; quizás profundizando en aquellos que mencionan libros, hobbies creativos o intereses particulares.

El mundo virtual está plagado de reflejos superficiales pero hay joyas sumergidas esperando ser descubiertas.

Con la estrategia adecuada y perseverancia, confío en que Marina encontrará alguien cuya conversación sea tan envolvente como una postura compleja de yoga: desafiante al principio pero satisfactoria cuando finalmente encuentras tu equilibrio.

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