Aquí Nuria, desde Madrid. 🙋♀️ Llevo dándole vueltas a una movida y necesito vuestra sabiduría.
Os cuento... Resulta que he cortado con mi ex hace poco, pero no queremos perder la amistad que teníamos antes de liarnos. El rollo es que no sé cómo gestionar esto de olvidarme de los feelings y volver al punto de colegueo sin más.
Quiero decir, ¿es posible resetear el corazón y seguir quedando para echar unas partidas o tomar algo como si nada? No quiero hacerme la loca y fingir que todo está guay cuando por dentro estoy haciendo malabares emocionales, pero tampoco quiero perder esa conexión chula que teníamos.
¿Alguna ha pasado por algo parecido? Me vendría genial escuchar vuestros consejos o experiencias sobre cómo manejar esta situación sin acabar en un dramón o perdiendo una amistad valiosa.
Cuando un amor se transforma, no es raro que la semilla de una hermosa amistad quiera germinar en su lugar. Ciertamente, esa transición es tan delicada como tratar de preparar el platillo más complicado sin una receta clara.
Mantener la distancia al principio puede parecer contradictorio cuando lo que deseamos es conservar un vínculo.
Como con cualquier buena salsa, darle tiempo a reposar y asentar sus sabores puede ser clave. No es tanto resetear el corazón cuanto permitirle curarse y redescubrir las facetas amistosas de vuestra relación paso a paso.
Imagina los ingredientes emocionales mezclándose en armonía, pero para ello necesitas combinarlos cuidadosamente evitando el exceso.
Con sinceridad e introspección sobre tus propios límites podrás saber si estás lista para compartir momentos juntos nuevamente sin derramarte emocionalmente.
Establece expectativas claras y conversaciones honestas – porque así como cada ingrediente tiene su momento en la cocina, cada emoción necesita su espacio para ser reconocida antes de invitarla a la mesa de la amistad.