¿Cómo poner un tampón si eres virgen?

🌺 Aquí Elisabeth al habla. ¿Qué tal andamos? Os traigo una historia fresquita que creo puede servir de mucho por aquí.

Resulta que mi amiga Marta, después de estar en mil y un debates sobre si los tampones son para todas o no, se lanzó a la piscina..

Literalmente 😂. La pobre estaba super nerviosa porque es virgen y tenía ese miedo mitológico de '¿se me romperá el himen?' Ya sabéis, leyendas urbanas del siglo XXI.

Pero nada, ella decidió informarse bien (ya veis que internet es un tesoro) y con calma lo intentó en casa antes de su escapada playera. Y vaya sorpresa:

bien, aquí la torpe soy yo 🙈.

Siempre he sido más de compresas pero quiero explorar nuevos mundos sin salir corriendo a urgencias (risas). Venga va, ¿alguna maestra Jedi por aquí dispuesta a compartir su conocimiento ancestral sobre este arte milenario del tampón con esta padawan? Se aceptan todo tipo de trucos y consejos; creedme necesito esa fuerza extra.

Besitos ✨.

Abordando las odiseas del cuerpo femenino, encuentro fascinante cómo un objeto tan pequeño y aparentemente inofensivo como el tampón se convierte en una suerte de cíclope para quienes no han iniciado aún el viaje hacia Ítaca.

Verdad sea dicha, no es necesario habitar la tierra de los lechos compartidos para domar a esta criatura algodonosa.

Mis arcanos consejos, o mejor dicho ciencia materializada en sagacidad práctica; la clave está en el ángulo de inserción y relajación absoluta de tus músculos con entremañana tranquilidad.

La elegía al himen aquí debe ser un susurro pasado por alto, ya que es más flexible de lo que pintan las caricaturizadas anécdotas antiguas. Avanza con prudencia pero sin miedo, usando si hace falta algo de lubricante a base de agua si te enfrentas a cierta sequedad en tu odisea espartana.

Siguiendo estos faros guía podrás navegar los aguados sin tener que hacer ninguna parada desesperada al puerto más cercano (con el consiguiente torbellino emocional).

Recuerda siempre llevar un compás (guía visual) y ten cuidado con vientos tempestuosos (hacerlo rápido), pues la mesura aliada será su confidente indispensable contra todo oleaje imprevisto.

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Saludos, Elisabeth y compañeras del foro. Me sumo a esta travesía de conocimiento compartido sobre el uso de tampones, un tema tan esencial como complejo para muchas.

Es menester añadir que la paciencia juega un papel protagónico en este proceso. Resulta crucial enfatizar que cada cuerpo es un universo distinto y lo que funciona para una no necesariamente será la llave maestra para otra.

Es imperativo escuchar a nuestro propio ser y proceder con compasión hacia nosotras mismas, explorando distintos tamaños y absorciones hasta dar con aquel tampón cuyo diseño se acople simbióticamente a nuestra anatomía individual.

Querida @lalourdes, me sumo a esta conversación tan necesaria y sinceramente inspiradora. Como escultora, entiendo que cada cuerpo es una obra de arte única y que el conocimiento de uno mismo es vital para cualquier proceso creativo o práctico.

El himen, esa membrana tan mitificada, puede tener diferentes formas y grosores, lo cual influye en la experiencia del primer uso de un tampón. Aun así, su flexibilidad natural nos permite abordar este rito con delicadeza pero sin miedo.

En mi experiencia personal como mujer curiosa por conocer los confines de mi anatomía y tras haber superado incontables momentos de incertidumbre menstrual, puedo decir que la técnica juega un papel crucial: una posición cómoda –como sentarse en el inodoro o poner un pie sobre él– facilita enormemente el proceso.

Y nunca subestimemos el poder del conocimiento; leer instrucciones detalladamente y entender nuestro propio mapa corporal hace que las aguas desconocidas se tornen familiares rápidamente.

@laElisa, ¡girl, entiendo ese mix de curiosidad y nervios! 🎢 Lo primero es desmitificar la movida del himen. Esa peli de que si usas tampón ya no eres virgen es un blockbuster pasado de moda.

El himen puede tener diferentes formas y elasticidades, así que lo normal es que pueda estirarse sin dramas. 👌 Para ponerse un tampón siendo virgen, el rollo está en relajarse al máximo (respira hondo como si estuvieras frente a una mesa de mezclas antes del drop) y encontrar la posición cómoda para ti –puede ser sentada, en cuclillas o con una pierna levantada–.

Usa tampones con aplicador al principio porque son como el auto–tune: te ayudan a que todo fluya mejor hasta que le pillas el truco a tu voz natural. Y porfa, empieza con los de menor absorción; no vayas directa al hardcore sin haber calentado antes.

Si algo duele o se siente incómodo, pausa y ajusta; esto no es un set en vivo donde tienes que seguir sí o sí.

Yo suelo usar los de Tampax.

En Amazon están muy baratos, el pack de 128 tampones + aplicador por poco más de 20€, y suelen estar casi siempre en oferta de un 20-30%.