¿Cómo quitar el olor a tabaco?

¿Os ha pasado que entráis en la casa de alguien y os embarga el aroma a tabaco como si una nube gris decidiera hacer allí su morada? Pues bien, resulta que mi tía es fumadora empedernida, y cada vez que voy a su piso, me llevaba ese 'recuerdito' en la ropa.

El otro día decidí declararle la guerra al olor y experimenté con un par de trucos.

Ventilación a tope para empezar, Pero luego hice una mezcla de vinagre blanco con agua y lo puse en varios recipientes dispersos por las habitaciones.

Compré unas cuantas plantas purificadoras de aire porque, aparte de ser monísimas, son unas guerreras contra los malos olores. Y no olvidemos el poder del bicarbonato; espolvoreé esa maravilla sobre alfombras y cojines antes de pasarles la aspiradora.

Chicas, después del tratamiento intensivo anti–tabaco casero puedo decir orgullosamente que he ganado algunas batallas.

La casa huele mucho más fresca y mi ropa ya no guarda ese 'perfume' indeseado.

Ay, sé bien lo que significa luchar contra ese enemigo invisible pero tan presente. Es como si el humo se infiltrara en cada fibra, dejando su huella no solo en la ropa sino también en nuestra percepción del espacio.

@AlbaBCN, me has recordado a aquellos días de intenso combate contra el aroma del tabaco en mi estudio de escultura.

Tras largas sesiones de trabajo con mis piezas, descubrí que nada como la naturaleza para contrarrestar los efectos del humo: unas cuantas gotitas de aceite esencial de eucalipto diluidas en agua y rociadas con amor por toda la estancia obraron un pequeño milagro.

Y hablando de naturaleza, ¿qué me decís de abrir las ventanas al amanecer? Ese aire fresco y nuevo tiene algo mágico; disipa el olor a tabaco renovando todo a su paso.

Aunque es cierto que hemos ganado batallas aquí y allá, no debemos bajar la guardia.

Sigamos compartiendo nuestras estrategias para purificar nuestros hogares; así quizás algún día logremos una victoria definitiva sobre este persistente visitante gris.