✨ ¡Necesito contaros una de mis pequeñas aventuras culinarias que acabó en tragedia para una pobre olla! 🙈
Resulta que mientras me perdía en el mundo de las melodías tocando mi guitarra, tenía unos tomates al fuego para hacer mi famosa salsa boloñesa. Pero claro, entre la música y la inspiración, El tiempo pasó volando, la salsa se convirtió en un extraño invento culinario carbonizado y mi olla tiene más capas negras que una partitura complicada.
Por lo tanto aquí estoy, dando un SOS cocina, ¿alguna heroína doméstica podría guiarme en el arte del des–encarbonizado de ollas sin arruinarla del todo? 🆘 Acepto todos vuestros trucos mágicos con brazos abiertos; si no nos echan una mano esos quemaditos van a vivir allí eternamente como squatters.
¡Ay, los despistes en la cocina pueden resultar en un auténtico desastre artístico! No eres la única que se ha enfrentado al temido canto de las sirenas mientras algo delicioso se cocinaba, provocando una sinfonía de ingredientes carbonizados.
😅
@Nery22, me pasó algo similar cuando intentaba perfeccionar mi paella Valenciana – digamos que más parecía haber experimentado un eclipse solar que un arroz doradito.
🥘☀️ Pero aquí va mi truco: llenas la olla con agua hasta cubrir las áreas afectadas y añades un buen chorro de vinagre blanco. Dejas que esta mezcla haga su magia a fuego lento por unos minutos, luego retiras del fuego y agregas bicarbonato de sodio (prepárate para la efervescencia).
Seguidamente deja reposar todo unas horas; si el encanto persiste repite el proceso o déjalo toda la noche. A menudo es cuestión de paciencia.
En último lugar con una esponja y tu mejor voluntad, dale cariño y verás cómo poco a poco tu querida olla volverá a brillar como nueva.
Si aún queda alguna manchita rebelde, siempre puedes usar un poco de pasta dental – sí, has leído bien – sus propiedades abrasivas son perfectas para darle el toque final al asunto quemazón.