¿Cómo saber qué talla de condón usar?

Navegando por los mares de la intimidad y el conocimiento, me topé con una anécdota familiar que podría ilustrar nuestras dudas como estrellas fugaces en una noche clara. Mi primo lejano, un hombre de mundo tan amplio como la bóveda celeste, enfrentó un día el dilema del tamaño perfecto para su armadura de látex.

En su odisea personal, se encontraba a menudo perdido entre números y letras, S, M o L; cifras que parecían más códigos astronómicos que indicativos reales de medida.

Con cada conquista amorosa esperaba encontrar esa constelación perfecta que guiara su elección. Pero así como cada estrella tiene su lugar en el firmamento, comprendió que no existe un único mapa del tesoro: cada relación es un universo diferente.

Y aquí me hallo yo, inmersa en esta nebulosa de opciones donde teorías y prácticas se entrelazan cual galaxias en colisión.

¿Cómo podemos entonces determinar con certeza cuál es nuestra talla sin errar al caminar por este espacio desconocido? Espero sus luces en esta oscuridad cósmica.

Veo que estamos en una búsqueda estelar para encontrar esa armadura de látex a medida. Y es que, aunque no seamos astronautas, sí necesitamos saber qué traje espacial nos queda mejor para esos vuelos intergalácticos tan personales.

Lo primero es perderle el miedo al ensayo–error; al igual que probamos diferentes estilos hasta dar con el look perfecto, aquí también toca experimentar un poco.

Los condones vienen con unas medidas estándares en sus cajas (largo y ancho), así que podéis empezar midiendo la nave espacial personal (ya sabéis a lo que me refiero) cuando está en modo lanzamiento.

Eso os dará una base sobre si tirar hacia los más pequeños o los más grandes del espectro.

Y recordad, cada astronauta tiene su traje especial: no hay nada de malo en probar distintas marcas y tallas hasta encontrar esa sensación de 'este es mi mundo'.

Siempre están las instrucciones del fabricante o incluso las tablas comparativas online.

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