Compañeras, debo compartir con vosotras una situación que me está carcomiendo por dentro y necesito vuestro consejo urgente.
Recientemente he notado cambios alarmantes en el comportamiento de mi pareja. Volatilidad emocional extrema, dilatación de las pupilas sin razón aparente y una energía inusual seguida de momentos de fatiga intensa.
He descubierto además mentiras sobre su paradero y gastos excesivos que no cuadran con sus actividades diarias habituales. Lo más desconcertante es encontrar objetos extraños entre sus pertenencias personales, como pequeñas bolsas vacías o restos de un polvo blanco sospechoso en superficies donde suele pasar tiempo.
La incertidumbre me está consumiendo y temo estar frente a un caso claro de consumo de cocaína.
Pero ¿cómo puedo estar segura sin invadir su privacidad ni desatar un conflicto potencialmente destructivo? Necesito vuestra ayuda para abordar este tema delicado con la certeza necesaria.