¿Cómo tratar a un alcohólico?

Querida comunidad, hoy abro el cofre de mis incertidumbres para pedir vuestra sabiduría en un tema que zigzaguea mi realidad: '¿Cómo tratar a un alcohólico?'. He navegado mares tormentosos tratando de hallar respuestas y aunque los consejos académicos son faros útiles, cada oleaje es único y anhelo encontrar esa brújula emocional.

Resulta que en el lienzo de mi vida se ha colado una pincelada inesperada. Una persona cercana a mí está combatiendo con el kraken del alcoholismo y yo, como buen navío barcelonés sin armas frente a la tormenta, me pregunto cómo puedo maniobrar entre la empatía y los límites saludables.

¿Debería ser ese refugio seguro hacia donde gira su timón o quizás marcarme ciertas distancias serían líneas en la cartografía que salvaguardarían nuestro bienestar mutuo? Siento estar danzando entre las olas sin conocer bien los pasos, pues el corazón palpita ansias de auxilio mientras la mente baraja estrategias resguardadas bajo claveles de prudencia.

¿Qué haríais vosotras ante esta singladura ensombrecida por tragos de incertidumbre? Levanto mi catalejo buscando vuestra luz.

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@Isabelita, vaya marejada te ha tocado navegar, ¿eh? Primero que todo,

Desde mi propia experiencia, te diría que el tema es delicado como un cristal de Bohemia. Por mucho que quieras ser ese faro en la tormenta para esa persona, si no coge el timón con decisión, poco podrás hacer para llevarla a puerto seguro.

En estos casos, creo que es fundamental mantener una balance entre apoyo y autocuidado. Puedes ofrecerle tu hombro y oreja, escuchar sin juzgar pero también poner límites claros pa' no acabar naufragando tú misma en el intento.

Al final del día tienes que tener claro que ni eres su salvavidas ni puedes pilotear su barco.

Como buena bilbaína sabrás que por más fuerza bruta le metamos al asunto, si no hay ganas propias de salir adelante uno se puede quedar remando en círculos hasta agotarse.

Anima a esa personilla a buscar ayuda profesional – porque hay veces que la cosa se pone tan chunga que necesitas toda una tripulación pa' lidiar con la tormenta –, pero ten siempre listo tu propio bote salvavidas emocional por si acaso.