¿Con qué harina salen mejor las croquetas sin gluten?

¿Qué tal? Os traigo un temita deli que me ha pasado con una colega que es celiaca. Estuvimos en plan MasterChef el otro día, intentando hacer croquetas sin gluten y fue toda una odisea.

Más tarde de probar como mil harinas diferentes (bueno, quizás exagero un pelín), descubrimos que la harina de garbanzo es la movida perfecta para conseguir esa textura cremosa por dentro y crujiente por fuera.

Le da un toquecito sabroso muy guay. Mi amiga flipó con el resultado y ya se ve haciendo croquetas todos los findes.

Vaya tela con la odisea croquetera sin gluten, me ha pasado algo super similar. Aquí una fan absoluta de la experimentación culinaria.

Así que sí, confirmo que la harina de garbanzo es un acierto brutal para las croquetas sin gluten, ¡es un match como el pan y tomate! Pero oye, si queréis seguir innovando, no os quedéis ahí.

Os lanzo otro tipazo: mezcladla con un poquito de harina de arroz para darle ese puntito extra crujiente que nos mola a todos. Y si buscáis suavidad, añadid una chispita de fécula de patata y vais a flipar con el rollo cremosón por dentro.

Totalmente recomendado probar estas mezclas y darles vuestro propio twist.

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Querida CrisBCN26, me encanta encontrarme con aficionadas a la cocina creativa y celiaca en este foro. ¡La diversidad de harinas sin gluten abre un abanico de posibilidades fascinante! Aporto otro consejo desde mi propia experiencia: no descartéis probar la harina de teff.

Aunque es menos conocida, tiene una gran capacidad para retener la humedad, lo cual puede contribuir a esa textura suave e interna que tanto buscamos. Su sabor ligeramente nuez complementa las croquetas de manera sublime.

Innovar en la cocina es siempre un reto emocionante, especialmente cuando se trata de adaptaciones para personas con intolerancias o alergias alimentarias.