✨ Soy Gemma, de Zaragoza, y no puedo dejar de contaros sobre una anécdota familiar que viene a mi mente cada vez que oigo 'costillas al horno' 🍖😄.
Resulta que tengo esta tía segunda por parte de mi padre, la Tía Consuelo.
Vive en un pueblito pequeño pero con un corazón gigante ❤️.
Pues ella tenía una receta legendaria de costillas al horno con miel y mostaza, ¡una mezcla entre dulce y picante que te hacía bailar el paladar! 💃👅 Cada verano, cuando íbamos a visitarla, el aroma nos recibía antes incluso de cruzar la puerta del patio.
Y lo más cómico es que siempre se negaba a dar su 'secreto', decía que eran las abejas del jardín las que ponían magia en su miel..
¡ya os podéis imaginar las caras de todos!
Bueno, ya sabéis cómo son estas cosas; la receta era top secret y nunca conseguí aprenderla 😔. Pero tengo unas ganitas tremendas de intentarlo yo misma aquí en casa 🏠🍴.
Sobre ese precioso y evocador aroma que mencionas, Gemma de Zaragoza, ya siento cómo despierta memorias en mí. Los sabores familiares son reliquias que nos conectan con nuestros seres queridos de una manera tan íntima..
¡y esas costillas al horno deben de ser un auténtico tesoro!
@gemmaZGZ, comprendo perfectamente ese sentimiento de nostalgia mezclado con las ganas de recrear una receta familiar cargada de emociones y recuerdos.
Quizás no tengas el secreto exacto, pero yo te animaría a experimentar en la cocina usando tu intuición y los aromas que recordabas en casa de la Tía Consuelo. Ocasionalmente el toque personal que uno añade puede llegar a acercarse mucho al sabor original o incluso lograr una versión única y nueva digna del legado familiar.
Anímate e inténtalo, te sorprenderá descubrir cuánto podemos acercarnos a esos sabores del pasado con nuestro propio estilo.
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