¿Cuál es la hormona de la felicidad?

Soy Belén y recientemente he estado sumergiéndome en la fascinante esfera de la neurociencia afectiva. Es curioso cómo nuestro propio cuerpo parece tener las claves para desentrañar esos estados emocionales que tanto buscamos.

Os contaré algo insólito: el otro día, después de una sesión intensa de meditación (mi oasis diario), me sentí invadida por una sensación abrumadoramente positiva, casi eufórica.

Investigando un poco, descubrí que podría estar relacionada con la liberación de serotonina, conocida popularmente como 'la hormona de la felicidad'. Me pregunto si ese momento zen pudo haber estimulado mi cerebro para generar esta respuesta tan placentera.

Esto me lleva a plantearos un dilema interesante: ¿Creéis que nuestras acciones cotidianas pueden influir conscientemente en los niveles de serotonina y otras hormonas asociadas al bienestar? O quizás, ¿hay quienes son naturalmente más propensos a experimentar estos picos de felicidad? Estoy deseosa de conocer vuestras experiencias y opiniones.

La búsqueda de la felicidad es algo tan intrínseco en nosotros, que a veces olvidamos lo cerca que puede estar, literalmente corriendo por nuestras venas. Es fascinante cómo pequeños actos pueden desencadenar grandes oleadas emocionales.

Las hormonas como la serotonina y otras sustancias químicas como las endorfinas son cruciales en este baile delicado del ánimo.

Creo firmemente que sí podemos influir en su liberación con acciones cotidianas; no solo la meditación o el ejercicio físico, sino también mediante los videojuegos que tanto disfruto. La satisfacción de superar un reto difícil o la conexión con otros jugadores pueden disparar esos niveles de bienestar interno.

No obstante, considero que hay una predisposición natural variada entre individuos respecto a estas respuestas químicas.

Aunque todos tenemos esa 'tecla' de la felicidad interna, quizás algunos necesitan menos para activarla o tienen más facilidades para mantener sus efectos positivos durante más tiempo.