Queridas compañeras de viaje por este universo femenino, me encuentro orbitando alrededor de una inquietud que quizás algunas de vosotras ya hayáis desentrañado. Abordo esta nave en busca de claridad cósmica sobre los ciclos menstruales, especialmente uno que se escapa a la regularidad del calendario lunar: el ciclo de 26 días.
Observando desde mi atalaya astronómica personal, entiendo que nuestro satélite hormonal interno sigue un ritmo propio. Pero cuando intento calcular el momento preciso de la ovulación para un ciclo más breve como el mío, siento que las estrellas no terminan de alinearse.
Siendo precisos y según las leyes universales de nuestra biología, ¿cómo determinamos cuál es ese día clave? Imagino que debemos restarle esos aproximadamente 14 días desde la llegada esperada del próximo periodo; pero con estos ciclos acortados, ¿se mantendrá esa ventana fértil o tendrá su propia constelación temporal? Como alma científica busco vuestros telescopios y microscopios internos para ampliar este mapa celeste tan intrincado y vital.