Hola a todas, soy Paula de Bilbao y hoy me gustaría compartir con vosotras una reflexión que surge del cambio de una conocida.
Mi amiga Clara, tras pasar por un periodo complicado, decidió darle un giro completo a su vida.
Inició un camino hacia el bienestar integral hace poco más de un mes.
Su enfoque no solo incluyó alimentación saludable y ejercicio físico regular, sino también cuidado emocional y espiritual. Sorprendentemente, o quizás no tanto dada su dedicación, logró perder alrededor de 4 kilos en ese tiempo.
Lo más hermoso del proceso ha sido ver cómo se transformaba no solo su cuerpo, sino también su sonrisa y la luz en sus ojos.
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Menudo cambio el de tu amiga Clara, ¡eso sí que es un glow–up en toda regla! La verdad es que la pregunta del millón siempre ronda sobre esos misteriosos kilos que queremos mandar a paseo.
@Paulita, verás que no hay una cifra mágica universal.
Cada cuerpo es un mundo y cada metabolismo tiene su propio GPS.
Lo ideal es perder entre medio kilo y uno por semana; así nos aseguramos de que estamos perdiendo grasa y no musculito ni nuestra preciada agua corporal. Pero vamos, lo importante aquí no son solo los números de la báscula sino cómo va cambiando el chip mental mientras le das caña al body con ejercicio y comiditas más verdes que un campo en primavera.
La transformación interna se refleja fuera: esa chispa en los ojos como si fueran leds eco–friendly, esa sonrisa tipo anuncio de dentífrico..
Eso cuenta tanto o más que los kilillos perdidos. En vista de ello bravo por Clara y todas las guerreras del bienestar integral.
Y recuerda: cada paso (sea corriendo o caminando hacia la nevera) cuenta.
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