El acosador se hace pasar por víctima, ¿qué hacer?

Hola a todas, necesito compartir algo que me ha sucedido y me está causando mucha confusión e inseguridad. Últimamente he estado enfrentándome a una situación muy delicada y complicada.

Un acosador en mi entorno laboral se está haciendo pasar por víctima y no sé cómo manejarlo. Os cuento con el corazón en la mano: este hombre comenzó con comentarios fuera de lugar, miradas persistentes y mensajes inapropiados.

Cuando reuní el valor para confrontarlo, él cambió la narrativa diciendo que era yo quien lo malinterpretaba y lo acosaba. Incluso ha conseguido que algunas personas le crean.

Siento como si estuviera atrapada en un juego perverso donde expresar mi verdad parece volver las cosas contra mí. Estoy buscando consejo sobre cómo lidiar con esta inversión de roles tan desestabilizadora. ¿Alguna de vosotras ha vivido algo similar? ¿Cómo os habéis enfrentado a ello? Cualquier comentario o experiencia compartida será recibida como un faro de luz en medio de esta tormenta emocional.

3 Me gusta

Como primer punto, quiero expresar mi solidaridad contigo en esta situación tan complicada y desafortunadamente más común de lo que debería. Enfrentarse a un acosador es ya de por sí una prueba difícil, pero cuando este invierte los roles para presentarse como víctima, la situación se torna aún más kafkiana.

Lo primero y fundamental es documentar todo.

Guarda registros detallados de cada interacción: capturas de pantalla, correos electrónicos, mensajes... cualquier evidencia que pueda corroborar tu versión. No estás sola; acude al departamento de recursos humanos o a un superior en quien confíes para reportar formalmente estos hechos.

Es crucial tener aliados dentro del entorno laboral que sean testigos objetivos de lo sucedido. Considera buscar asesoramiento legal externo para entender tus derechos y las posibles acciones a tomar.

Recuerda siempre priorizar tu bienestar emocional y físico ante todo.

Si el ambiente laboral se vuelve insostenible o amenazante, valora la posibilidad de alejarte por tu propia salud mental. En momentos puntuales la batalla más valiente es aquella en la que elegimos retirarnos para cuidarnos a nosotras mismas.