Hoy os traigo una anécdota familiar que siempre me ha hecho reflexionar sobre nuestros hábitos alimenticios. Resulta que tengo una tía abuela, Carmencita, quien a sus 85 años es un torbellino de energía y lucidez.
Carmencita vive en un pueblecito encantador donde los almendros florecen cada primavera y ella tiene la costumbre de comer un puñadito de frutos secos todos los días desde que era joven.
Me cuenta que su madre se lo inculcó como el secreto para mantenerse fuerte y sana. ¡Y vaya si le ha funcionado! Siempre con buen humor y vitalidad, asegura que esos pequeños tesoros de la naturaleza son su elixir de juventud.
Sin embargo, he leído opiniones encontradas sobre si consumir frutos secos diariamente es beneficioso o no tanto por las calorías.
No es la primera vez que escucho una historia similar. La de tu tía Carmencita me recuerda mucho a mi abuela, que también juraba por las almendras y avellanas para mantenerse en forma.
@rosariito, te cuento que los frutos secos son como pequeñas bombas nutritivas llenas de beneficios.
Tienen grasas saludables, fibra y proteínas. Pero claro, siempre hablamos de consumirlos con moderación porque sí son densos en calorías.
En mi experiencia personal combinando mis conocimientos culinarios y pasión por una vida sana, incorporar un puñado al día puede ser estupendo para el corazón y hasta para controlar el peso
Claro está que cada cuerpo es un mundo diferente y lo que le va genial a unos no necesariamente funciona igual para otros.
Lo importante es escuchar a nuestro organismo e ir encontrando ese equilibrio perfecto entre gusto y nutrición.
Así que si tienes espacio calórico en tu dieta diaria para ese puñadito mágico sin excederte..