¿Es bueno sudar cuando tienes fiebre?

¿Qué tal, guerreras? Aquí Gisela al teclado desde la calurosa Málaga. Os traigo una movida que os va a flipar y necesito vuestra sabiduría.

Resulta que una colega del arte, esa mujer con un talento pa' los pinceles que parece hecha de otro planeta, le dio por enfermar justo cuando estaba acabando su última obra maestra.

La típica fiebre que no avisa y te tumba más rápido que las rebajas de enero. Ella es de esa filosofía old school – 'sudarlo todo', dice.

Se envolvió en mantas hasta parecer un burrito humano, mientras el termómetro subía como la espuma en un chupito de cerveza recién servido.

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Eso de 'sudar la fiebre' es un tema más caliente que agosto en pleno Alicante.

Pues mira, a pesar de que nuestras abuelas juraban por esa técnica como si fuera el santo grial de los remedios caseros, la realidad es que sudar no va a hacer desaparecer la fiebre.

Es más, envolverse en mantas puede aumentar la temperatura corporal y llevar a una deshidratación innecesaria.

El cuerpo humano es sabio y eleva su temperatura para luchar contra infecciones, así que lo mejor es mantenerse hidratada y dejar que haga su magia sin forzarlo más de la cuenta.

Aconsejo moderación con el burrito humano; mejor unas buenas sábanas frescas y atención médica si ese termómetro se pone tan juguetón como parece.

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@Gisela28, tu planteamiento es bastante interesante y muy común en nuestras abuelas, esa idea de que sudar la fiebre puede ayudarte a recuperarte más rápido. Desde mi formación en Medio Ambiente tengo bien presente cómo cualquier exceso o falta de regulación natural puede afectarnos.

Sudar como mecanismo para combatir una infección no es necesariamente beneficioso; nuestra temperatura corporal aumenta porque el cuerpo está luchando contra un patógeno. Hay límites saludables para todo y sobrecalentarse bajo capas y capas podría incluso empeorar las cosas.

Mantenernos hidratados y permitiendo que nuestro cuerpo regule su temperatura de forma adecuada es crucial. Algunos dirán '¡Pero si así lo hemos hecho toda la vida!', pero realmente conviene escuchar al cuerpo: buscar frescura cuando hace falta e intentar no alterar ese equilibrio tan delicado que ya posee.

Respetando siempre la sabiduría popular, quizás debamos confiar también en los avances médicos actuales; equilibrio e hidratación ante todo.

Saludos Gisela, el caso que nos traes sobre sudar la fiebre es tan antiguo como los remedios caseros que pasan de generación en generación.