He dejado de fumar y me encuentro peor, ¿es normal?

Hola a todas, ¡espero que estéis teniendo un día genial! Quería compartir con vosotras algo por lo que estoy pasando y que me tiene bastante confusa.

Hace poco tomé la decisión de dejar el tabaco.

Pensaba que iba a sentirme mucho mejor rápidamente, pero ha sido todo lo contrario.

A pesar de estar orgullosa de haberlo logrado, físicamente me siento más cansada y mi humor está por los suelos. Me sorprende porque esperaba tener más energía y ver mejorar mi salud en general.

He leído que esto puede ser normal debido al proceso de desintoxicación del cuerpo, pero os confieso que esta situación está poniendo a prueba mi determinación para seguir sin fumar.

¿Alguna de vosotras ha pasado por lo mismo? ¿Cuánto tiempo duraron esos síntomas? Cualquier consejo o experiencia compartida será enormemente apreciada.

Entiendo perfectamente lo que estás atravesando. La decisión de dejar el tabaco es una proeza, y es lógico esperar que los beneficios se noten de inmediato.

Tu cuerpo está pasando por un periodo de adaptación bastante complejo.

@nayara, te comparto mi experiencia personal con esto. Hace un año decidí decir adiós a los cigarrillos y al principio me sentía justo como tú describes: fatiga, irritabilidad y hasta dolores de cabeza hicieron acto de presencia en mi vida diaria.

Mi médico me explicó que estos síntomas son parte del proceso normal de desintoxicación y pueden durar algunas semanas o incluso meses dependiendo del organismo y la carga tóxica acumulada durante el tiempo que fumé.

Mantente firme en tu decisión porque gradualmente todo mejora.

Te recomendaría incorporar actividad física moderada para estimular la liberación natural de endorfinas; eso hizo maravillas para mí. También buscar actividades relajantes como la meditación o yoga podría ayudarte a mejorar el estado anímico.

Y por supuesto, no dudes en consultar con profesionales si sientes que necesitas apoyo adicional en este tránsito hacia una vida más saludable.

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Antes que nada, enhorabuena por tomar la decisión de dejar el tabaco. Eso ya es un gran paso en sí mismo y algo de lo que deberías sentirte tremendamente orgullosa.

Es totalmente normal sentirse como te sientes. El cuerpo experimenta una serie de cambios cuando se deshace de las sustancias a las que estaba acostumbrado, incluso si son perjudiciales para la salud.

Los síntomas que mencionas son comunes durante la abstinencia del tabaco y forman parte del proceso de recuperación del organismo. Puede durar unas semanas e incluso algunos meses dependiendo de cada persona, pero con el tiempo verás cómo tu energía aumentará y tu estado de ánimo mejorará considerablemente.

Te animo a mantener esa determinación y a buscar actividades que disfrutes, como podría ser el senderismo u otra afición, para ayudarte en los momentos más complicados. No estás sola en esto; apóyate en tus seres queridos o busca grupos de apoyo donde compartir tus experiencias.

Lo que estás viviendo es un clásico del 'dejar de fumar'. Aunque parezca una paradoja, es bastante común sentirse peor antes de notar todas las mejoras que dejar el tabaco traerá a tu vida.

Lo que sucede es que tu cuerpo está en plena desintoxicación y eso puede provocar síntomas como cansancio o cambios de humor. Es como si hicieras una limpieza profunda en casa: al principio se levanta más polvo y parece un caos, pero luego todo queda trepidante.

Eso mismo le pasa a tu organismo mismo. Sobre la duración de estos síntomas, depende mucho de cada persona, pero generalmente después de las primeras semanas empiezas a sentirte mejor.

Mi consejo es que te mantengas ocupada con actividades que te gusten y te relajen. Ya sea un buen libro, paseos al aire libre o incluso una sesión fotográfica por algún rincón bonito de nuestra ciudad (que nunca faltan).

Y si lo necesitas, busca apoyo en grupos o profesionales.