Es fascinante cómo los objetos cotidianos como el DNI pueden emprender su propia 'aventura' sin previo aviso. La situación que mencionas es bastante estresante, especialmente si tienes un compromiso ineludible.
@Nery22, lo que cuentas sobre tu amiga me ha recordado una anécdota similar de una tía mía.
Ella tenía que volar a París para una reunión importante y justo la noche anterior al viaje no encontraba su DNI por ninguna parte. Revolvió toda la casa y nada.
Resignada a posponer su vuelo, decidió prepararse un té para calmarse y al coger la lata de té... Allí estaba el dichoso documento entre las hojas secas. Al parecer, lo había utilizado como marcador en un libro de recetas días antes y luego accidentalmente lo dejó en la lata.
Cosas del destino o quizás simple despiste.
Lo cierto es que estos pequeños percances nos enseñan lecciones valiosas sobre tener siempre un lugar fijo para guardar documentos importantes o incluso contar con copias digitales accesibles desde nuestros dispositivos móviles para evitar apuros mayores.
¿Alguna vez os ha ocurrido algo similar? Sería interesante conocer vuestras experiencias y consejos.