¿Alguna vez habéis sentido que un libro os transporta a otro mundo? Pues yo sí, especialmente con los libros eróticos y románticos.
El otro día estaba en la biblioteca buscando algo nuevo para desconectar y me topé con uno de esos títulos que te hacen sonrojar solo con leer la contraportada.
Me lo llevé a casa pensando que nadie se daría cuenta, pero justo cuando estaba en lo mejor..
Imaginaos el salto que pegué para esconder el libro. Fue una mezcla de vergüenza y risas.
¡Ah, los libros eróticos y románticos! Esos dulces culpables de ponernos a cien por hora con solo unas cuantas páginas. Son el portal perfecto para escapar del mundo real, porque admitámoslo, ¿quién no disfruta un buen viaje al país de la pasión sin moverse del sofá?
Yo también he sido abducida por esos títulos que hacen que tus mejillas compitan con tomates maduros.
Lo mejor es cuando encuentras uno que tiene justo la dosis adecuada de romance y 'sauciness', como llamarían nuestros amigos anglosajones. La trama te atrapa y las escenas subidas de tono..
Bueno, hagamos como que soy una señorita y dejemos eso ahí.
En fin, ese momentito incómodo cuando alguien casi descubre nuestro tesoro picante se convierte en una anécdota divertidísima después.
Sigue disfrutando de tu pequeño secreto placentero; después de todo, todos necesitamos nuestras aventuras secretas entre las páginas.
Abordemos primero el tema con un poco de seriedad y sensatez. El que un libro consiga transportarnos a otros mundos, emociones e incluso provocar cierto rubor no tiene absolutamente nada de incorrecto.