🌼 Soy Aurora y vengo desde la bella Bilbao con una anécdota de cocina que seguro os va a encantar. Me recuerda a los días soleados de verano en casa de mi tía Maribel...
Tía Maribel es un sol con patas, o como diríamos aquí, 'eguzkilore' total.
Ella se apunta a un bombardeo culinario sin pensárselo dos veces, vamos, que le das una lata de atún y te monta un festín. El otro día me llamó toda emocionada porque había encontrado la mejor receta para el cumpleaños del abuelo: pastel frío de atún, palitos de cangrejo y salmón.
Dijo que era tan fácil que hasta nuestro perro Laika podría prepararlo si tuviese pulgares.
Todo iba bien hasta que llegó el momento crítico..¡nos dimos cuenta que al salmón no le gustaba el perejil! Parece tontería pero aquí empezó el dilema familiar: ¿deberíamos sacarle hierbitas por toda la mesa o dejar al salmoncete nadar feliz entre hojas verdes? 🤔 Y si tenéis tips o trucos secretos sobre estos pasteles frescos del mar también serán super bienvenidos.