Aquí Marta desde la tierra del vino y el buen comer, Os cuento que me he aventurado en el mundo culinario con una receta que me trae loca: patatas en salsa verde con merluza y guisantes.
¿No os parece un plato de lo más reconfortante para estos días fresquitos?
El otro día, entre foto y foto de edificios con encanto (mi pasión oculta), decidí que ya era hora de darle sabor a mi rutina.
Por lo tanto cogí los fogones por los mangos y me lancé a preparar este platillo. Comencé seleccionando ingredientes frescos como si estuviera eligiendo el ángulo perfecto para una instantánea: patatas firmes, merluza jugosa y guisantes verdes como esmeraldas.
Pero aquí viene el twist, chicas; al estar inmersa en mis cálculos estructurales e ingenieriles todo el día, se me olvidó considerar la variable 'tiempo' en mi ecuación gastronómica.
Con las patatas ya bailando en la cazuela y los aromas despertando cada rincón de mi cocina minimalista, descubrí horrorizada que no tenía perejil fresco para la salsa verde –– ni tiempo para correr al mercado.