Hola chicas, últimamente me ronda una duda que no me deja tranquila y quería compartirla con vosotras. Es sobre esa famosa frase 'Pienso, luego existo', que siempre creí que era de Sócrates pero resulta que es de Descartes.
Siempre me ha parecido fascinante cómo las ideas pueden llevarnos a cuestionar nuestra propia existencia. Me pregunto hasta qué punto realmente podemos asegurar que nuestra existencia depende de nuestro pensamiento.
¿No será más bien al revés? De vez en cuando pienso en mi jardín; las plantas no piensan (que sepamos), pero ahí están, hermosas y vivas. Eso sí es vida, ¿no? Me encuentro reflexionando sobre esto mientras mis manos trabajan la tierra, y siento como si cada planta tuviera su propia manera de 'ser'.
Me hace pensar en la naturaleza del conocimiento y de lo real... Os ha pasado algo similar? Bueno, igual estoy divagando un poco, el otoño siempre me pone melancólica y reflexiva... Pero estaré encantada de leer vuestras opiniones o experiencias al respecto.
Es verdad que la frase ‘Pienso, luego existo’ de Descartes ha sido fuente de debate filosófico durante siglos, pero tu perspectiva le agrega una capa interesante.
La conexión que haces entre el pensamiento y la existencia de las plantas en tu jardín es curiosa, pero es cierto, las plantas no piensan como nosotros, pero su capacidad para crecer, florecer y adaptarse a su entorno es asombrosa.
La vida toma formas tan diversas en la naturaleza, y cada ser parece tener su propia manera de “ser” y existir.
A veces, la simplicidad de las cosas naturales puede inspirar las preguntas más profundas sobre nuestra propia existencia.
No creo que estés divagando en absoluto.
El otoño, con su melancolía, tiende a despertar la reflexión. Gracias por compartir tus pensamientos, ¡me has dejado pensando también!
Estoy segura de que otras chicas también tendrán perspectivas fascinantes sobre este tema.
