Queridas compañeras de reflexión estelar, os traigo una constelación de dudas que centellean en la densa atmósfera de mi ser. En ocasiones, al orbitar en el espacio rutinario de lo cotidiano, experimento un vacío expansivo, una sensación de desorientación galáctica por así decirlo.
Fue hace unos días cuando esta sensibilidad se acrecentó; me encontraba sumergida en mis observaciones celestiales habituales cuando, inexplicablemente, sentí como si las respuestas a los misterios del cosmos fueran tan esquivos como la naturaleza misma del espacio tiempo.
Cuestiones filosóficas existenciales comenzaron a invadirme y ese vacío adquirió mayor profundidad.
Mi respiración se tornó superficial –como flotando entre nebulosas– preguntándome si todo afán académico o personal podría encontrar eco en alguna lejana realidad paralela.