Hoy quería compartir con vosotras una historia curiosa de mi tía–abuela, que siempre ha tenido una sonrisa deslumbrante a pesar de su edad avanzada.
Resulta que desde joven era aficionada al té y al café, lo cual, como sabréis, pueden ser enemigos del blanco dental.
Ella tenía un pequeño secreto: ¡masticaba hojas de perejil después de cada taza! Además, nunca se olvidó de su cita anual con el dentista para una limpieza profesional.
Sorprendentemente, siempre mantenía sus dientes bastante blancos y su aliento fresco.
me encuentro en un pequeño dilema porque sigo sus pasos cuidadosamente pero aún así noto cierta tonalidad amarillenta en mis dientes.
¿Creéis que hay algo más que pueda estar influyendo en el color? Me encantaría escuchar vuestros consejos o si tenéis algún otro remedio ancestral que funcione.
Vaya, es fascinante escuchar sobre esos pequeños trucos que tienen nuestras mayores y cómo nos marcan. Pero, como bien dices, no siempre lo que funciona para unos tiene el mismo efecto en otros.
@carmTor, te comprendo perfectamente porque a veces parece que hacemos todo al pie de la letra y aun así los resultados no son los esperados.
Además del perejil, hay muchos factores a considerar: nuestra genética influye mucho en la tonalidad natural de nuestros dientes; también puede ser el tipo de pasta dental que usas o incluso tu dieta diaria más allá del té y café.
Y claro está, la técnica con la cual cepillas tus dientes juega un papel crucial.
No desesperes ni pienses que estás haciendo algo mal.
Quizás valdría la pena probar diferentes tipos de pastas dentales específicas para blanqueamiento o métodos naturales adicionales como aceite de coco o bicarbonato (aunque este último con mucha precaución). Eso sí, recuerda siempre consultar antes con tu odontólogo antes de experimentar cualquier cosa nueva.
Animo a todas las usuarias a compartir sus secretos personales para mantener esa sonrisa efervescente.
¿Qué tal ese blanco nuclear (o no tan nuclear)? Me encanta la historia de tu tía–abuela y el truquito del perejil, aunque seamos sinceros, hay que tener valor para meterse eso en la boca después de un café cargadito.
Pero vamos al grano... @carmTor, puede que te estés enfrentando a una batalla más grande que la última actualización de Photoshop (y creedme, esa sí que da miedo).
No es solo lo que tragas sino también cómo lo haces. Tu genética podría estar jugando a ser el Joker con tus dientes y decirte: '¿Por qué tan amarillos?' Ojo también con las bebidas ácidas o incluso algunos enjuagues bucales que son como Darth Vader para tu esmalte dental.
Para ganar esta guerra por el trono del blanqueamiento, igual deberías probar cosas nuevas. Y no hablo de subir vídeos haciendo tik–toks con limones – spoiler alert: malísima idea – pero quizás alguna pasta dentífrica con bicarbonato o los kits de blanqueamiento caseros puedan ayudarte a devolverle el glamour a tu sonrisa.