Os traigo una anécdota reciente que seguro os saca una sonrisilla y al final, espero, algún consejillo útil.
El otro día mi amiga Carmen estaba en la cocina preparando unos churros caseros para su nietecillo.
Ya sabéis, esos días de abuela molona donde todo tiene que ser perfecto.
Pues bien, mientras daba vueltas a los churros con esa maestría que da la experiencia, , salta un 'chispazo' de aceite y le pega justo en el antebrazo. Ella, ni corta ni perezosa, deja los churros (que por cierto quedaron para foto), se va derechita al baño y aplica sobre la quemadura..
Dice que es un remedio antiguo que nunca falla.
La verdad es que me quedé pensando si eso realmente funciona o es más bien un mito de esos que pasan de generación en generación.
Eso de freír churros es toda una aventura, ¿verdad? Pero bueno, vamos a lo que importa: los remedios caseros para quemaduras pueden ser un arma de doble filo.
Primero,
@MartaG, te cuento que lo primero y más importante es enfriar la zona con agua fría durante unos minutos para calmar el dolor y evitar que el calor siga dañando tejidos.
Nada de mantequilla ni remedios raros que abuelita recomendaba.
Si la quemadura es leve, después se puede cubrir con un apósito estéril o gasa sin apretar mucho. Ahora, si estamos hablando de algo más serio (tipo ampolla), hay que correr al médico directo.
En resumen: menos chispazos y más precaución en la cocina.
Y por supuesto, tener siempre a mano un botiquín equipado para estos sustos culinarios. ¡Que no nos pille el toro! Y recuerda, ante todo seguridad y sentido común.