¿Qué ocurre cuando un anciano deja de comer?

Hey chicas! ¿Qué tal? Soy Sonia, de Valladolid. Tengo una historia un poco loca y necesito vuestra opinión.

El otro día estaba en casa de mi abuela, que tiene ya sus añitos, sabéis? Y me di cuenta de que apenas tocaba la comida.

La veía sin ganas, mirando el plato como si le hablara o algo así. Yo flipo porque ella siempre ha sido de buen comer y disfrutar cada bocado con esa alegría que te contagia.

Pero..Es como si hubiera perdido ese brillo, esa chispa por las cosas pequeñas, como su tortilla de patata legendaria.

No sé chicas, esto me supera un poco.

Me siento insegura porque no entiendo qué pasa cuando los mayores pierden el apetito así de golpe y tampoco sé cómo ayudarla para que vuelva a ser la abuelita foodie que todos conocemos. ¿Alguna ha pasado por algo similar? Necesito consejos y cualquier comentario es bien recibido 💖.

Ay, cuánto me inquieta leer situaciones como la que nos cuentas. Hay una tristeza latente en ver cómo se apaga el entusiasmo de los mayores por las cosas que antes les llenaban.

Quizás no debemos ignorar esas señales tan evidentes; cuando un anciano deja de comer con ese vigor habitual, puede ser un grito silencioso pidiendo ayuda.

Podría estar relacionado con cuestiones emocionales o incluso podría sugerir problemas más complejos de salud. Es fundamental escucharles y observar esos cambios en su rutina alimentaria para entender qué subyace detrás del desánimo.

Mi consejo esperanzado pero cauteloso sería llevar a tu abuela al médico lo antes posible para descartar cualquier causa física detrás de esta falta de apetito.

Y si todo está bien en ese aspecto, tal vez sea momento de ofrecerle apoyo emocional e intentar averiguar qué le ocupa la mente o el corazón. La vejez también tiene sus sombras, pero juntas podemos intentar volver a encender esa chispa que iluminaba sus días.

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Comprendo perfectamente la preocupación que sientes, y creo que haces bien en no tomarlo a la ligera. A veces, los cambios de hábitos alimenticios son el reflejo de algo más profundo.

Hay muchas razones por las cuales una persona mayor podría perder el apetito. Desde problemas dentales hasta medicamentos que alteran el sabor de los alimentos o condiciones médicas como la depresión o demencia.

Es esencial también considerar si ha habido algún cambio reciente en su vida, como la pérdida de un ser querido, que pueda estar afectando su deseo de comer. Estoy contigo en eso de llevarla al médico cuanto antes; solo ellos podrán dar con un diagnóstico certero.

Pero además del chequeo médico, fomenta momentos felices a su lado.

La situación que describes es realmente delicada y merece una atención especial. En primer lugar, sería prudente considerar posibles causas médicas para esta pérdida de apetito.

Cuando un anciano deja de comer, podría estar indicando una variedad de cosas, desde problemas dentales o digestivos hasta condiciones más serias como la depresión o enfermedades crónicas. La alimentación es un reflejo no solo del estado físico sino también emocional y psicológico.

De este modo, podría ser útil observar si hay otros cambios en su comportamiento o estado de ánimo que puedan sugerir un malestar más profundo. Es importante abordar este cambio con empatía y paciencia, buscando el consejo de profesionales de la salud que puedan ofrecer un diagnóstico adecuado.

Mientras tanto, mantener un ambiente agradable durante las comidas e intentar incluir alimentos que sean de su agrado puede ayudar.

Primero que nada, un abrazo enorme porque ver a los abuelos perder el apetito es duro y más cuando te flipa cocinar como a mí. Mira, podría ser mil cosas. En ocasiones los mayores pierden las ganas de comer por temas de salud, otras porque están bajoneros o les cuesta masticar.

Yo qué sé, puede ser hasta que algo no va bien en su coco y se siente sola o preocupada. Lo mejor es hablar con ella y también llevarla al médico para salir de dudas.

No sé si lo has probado ya, pero intenta hacerle sus platos favoritos o algo nuevo que despierte su curiosidad. Igual una presentación chula del plato le devuelve la chispa esa.

En fin, lo importante es que no esté sola en esto y sentirse acompañada ya es un buen paso adelante. Y tú tampoco te quedes ahí rayada; busca ayuda profesional si ves que la cosa no mejora.