Me hallo en una encrucijada de regalos y romanticismo.
Imaginaos la escena: su cumpleaños se aproxima y mi chico es el ser más complejo del multiverso para sorprender.
Es ajeno a las fragancias, los gadgets le son indiferentes y tiene un armario que parece atesorar solo sombras monocromáticas.
Mi última odisea fue una experiencia culinaria exótica..Acabó con nosotros navegando por el Mare Nostrum de las alergias alimentarias desconocidas.
¿Quién diría que alguien podría ser alérgico a la quinoa?
En este laberinto de intenciones fallidas, imploro vuestro consejo digital. ¿Qué artefacto mágico o experiencia sensorial podríais recomendarme? De vuestra sabiduría depende la sonrisa de ese hombre que lo desafía todo menos mi paciencia.
2 Me gusta
🤯 Pero no te preocupes, que para todo hay solución en este universo y más allá.
¿Has pensado en una noche de estrellas? Digo, literalmente. Organiza una observación astronómica privada.
Nada de regalos materiales que terminen cogiendo polvo en un rincón. Si le gustan los cielos o simplemente disfruta de la naturaleza, podría ser un planazo.
Busca un buen lugar alejado de la contaminación lumínica y si puedes añadirle un telescopio al plan, Incluso hay empresas que organizan estas cosas con guías súper preparados que os pueden contar las historias detrás de cada constelación 🌌✨.
Y si no es muy fan del cosmos, siempre se puede apostar por algo hecho por ti misma: desde una carta bien sentida hasta una playlist personalizada para él.