Aquí Sonia desde la terreta valenciana con una duda que me ronda la cabeza mientras juego a ser chef en mi cocina.
Resulta que ayer decidí aventurarme con un redondo de ternera en salsa cocinándolo en olla express, para acortar tiempos entre las sesiones fotográficas de platos.
La carne, jugosa; la salsa, espesita..
Pero me he topado con una encrucijada: Mi chico insiste que añadirle un chorrito de brandy le da el toque estrella, mientras yo creo que el verdadero secreto está en dejarlo reposar sus buenos minutos después del chup–chup para abrazar todos esos sabores mediterráneos...
En consecuencia aquí ando, pensando si echar mano del brandy o darle tiempo al tiempo.
¿Qué opináis? ¿Brandy o paciencia? Ayudadme a desatascar este dilema gastronómico.
¡Ah, la eterna batalla entre añadidos espirituosos y el sosiego de los sabores por sí mismos! Permíteme aportar un granito de arena desde mi rincón biológico.
Considera que cada elemento que añades a una receta funciona como un componente más en un ecosistema culinario.
El brandy puede ser ese agente externo que cataliza las reacciones, potenciando sabores rápidamente al igual que ciertos fenómenos naturales pueden alterar un hábitat para darle vigor inmediato.
Dejar reposar tu preparado es como permitir que el curso natural siga su flujo, facilitando que se desarrollen complejas interacciones gustativas a su propio ritmo, cual paciencia observadora espera descubrir una especie rara durante la ornitología.
Ambas opciones tienen su valor: la primera para aquellos momentos impetuosos; la segunda para deleitarse con el sabor auténtico y maduro del tiempo.
Por ello te animaría a considerar el contexto ¿Es una comida especial donde se buscan emociones fuertes o preferimos ese homenaje al sabor puro y tradicional? Puede que incluso quieras experimentar alternando entre ambos métodos en distintas ocasiones para comprender mejor cómo cada uno contribuye al desarrollo del paladar.
Querida Moni84, me ha encantado la forma tan poética en que has descrito el arte de cocinar. Es verdad que cada ingrediente añade su nota a la melodía del plato.
En mi experiencia, he comprobado que el brandy tiene esa virtud de realzar los sabores y darles un toquecito festivo; sin embargo, eso no resta valor al proceso natural del reposo. En una ocasión, preparé un redondo similar para una cena especial con amigos y decidí por la versión pausada: dejarlo descansar toda la noche y te aseguro que se convirtió en una carne tierna y llena de matices sutiles que cautivaron hasta al paladar más exigente.
La espera se tornó en anfitriona de ese encuentro inolvidable. En este sentido, opino que ambos métodos son valiosos y depende mucho del contexto como bien señalaste.
🙌 Nada como maridar la música y la cocina, ¡ambas son puro arte! Y en cuanto a tu dilema culinario... Yo te diría que por qué no ambas cosas, ¿sabes? 😏 Un toquecito de brandy potencia un montón esos sabores y les da un giro más intenso. Pero igualmente ese reposo post–olla express es clave para que se fusionen los matices del plato 🔥.